Los nuevos "enemigos": los estudiantes

Los estudiantes salen a la calle. Valencia se convierte en el punto de mira en todos los informativos. Comienza la opinión pública, pero eso a los medios no les gusta; ni a la Jefatura de Policía, ni a la Delegada del Gobierno de la Comunidad Valenciana. No gusta que la ciudadanía tenga voluntad, y tenga más fuerza moral que los "Cuerpos de Seguridad". 

No gusta que los estudiantes salgan a la calle y se defiendan contra la represión y el estilo dictatorial con el que se está llevando a cabo la Reforma Laboral o de Educación, así como la "regulación del orden público". No gusta que no oigamos, veamos y callemos; que nuestra fuerza se consiga mediante libros y mediante cultura y libertad, y no mediante porras.

Los sucesos de Valencia no hacen más que ponerme los pelos de punta. Pero la información proporcionada por la prensa me eriza aún más.

"Como consecuencia de estas movilizaciones (...) se ha detenido a 10 personas, una de ellas menor de edad y, además, ocho policías han sido agredidos.",  "Informa" un periódico nacional de primera línea, donde se percibe que las detenciones se deben a una mala conducta de los manifestantes, y que las agresiones a los policías se han llevado a cabo por los mismos. En ningún momento se habla de los ciudadanos atendidos por los servicios sanitarios debido a las agresiones de los "Cuerpos de Seguridad".

La Delegación del Gobierno de la Comunidad Valenciana no ha tenido reparo en decir que las protestas "son fruto de acciones ilícitas protagonizadas por un grupo minoritario de manifestantes". Hago especial incapié en lo de "grupo minoritario", porque en estas declaraciones siempre se intenta demostrar que es algo localizado, como si el resto de la sociedad no pensase lo mismo, o como si el pasado domingo los ciudadanos no hubieran salido a la calle. Pero no; eso no interesa.

Ahora los "enemigos" son los estudiantes y  "la policía se ha visto obligada a repeler una agresión" según declara el Jefe Superior de Policía. Se ve que D. Antonio Moreno justifica cómo en las decenas de vídeos que circulan por la Red los policías atacan a toda persona que pasa por la calle y los persigue hasta que su rabia se libera en un porrazo, tras el cuál retrocede y busca la siguiente víctima. Se ve, que la prensa también es agresiva y no tiene derecho a informar, y por eso también debe ser castigada y tratada a patadas, literalmente. Porque la información de este tipo de sucesos "no mola", y puede demostrar claramente que la fuerza ha sido excesiva.

Y una de las cosas que más me ha sorprendido han sido opiniones por parte de gente de mi generación que consideran que la Policía está haciendo su trabajo, y que deben responder cuando no se obedece, y que saliendo a la calle no se soluciona nada.

Hoy tengo una sensación de agobio, de ver que la defensa de los Derechos y las Libertades se ve aplastada por decisiones y fuerzas políticas; que no veo el momento de que seamos más y más fuertes para acabar con la violencia policial y para que desde el poder realmente se nos escuche. ¿Dónde va a acabar todo esto?

¿Cuándo la Democracia volverá a ser Democracia?

Tanto unos como otros, azules o rojos en el poder, han utilizado la represión y la fuerza. Hay que tener en cuenta que el 15 M fue duramente castigado por parte de la Policía estando en el poder el gobierno socialista; e ilusos quienes pensaran que llegando al poder la derecha este tipo de fuerza no se iba a endurecer. A mí me gustaría ver a los hijos de estos policías en la calle, a ver si tienen el valor de darles con la porra.

Señores... como decían algunas pancartas de los protestantes del IES Lluis Vives, "Franco ha vuelto", aunque no precisamente su figura y sí su modelo de Estado que a la fuerza, y nunca mejor dicho, debe ser sumiso y obediente.